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¿Tenía Did Barings, principal inversionista
de Dillon cuando esta financió Cornell Corrections, vínculos históricos
con el tráfico de drogas?
(Logo cortesía de Wikipedia) |
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En Febrero 21 de 1991 – luego de que yo dejé de trabajar para la administración
Bush y me quedé en Washington para invertir en mi propia empresa nueva, Hamilton
Securities – el grupo de iniciativas empresariales de Dillon Read invirtió
en Cornell Corrections, financiando, esencialmente, la creación de muchas y
diferentes empresas nuevas dentro de la recién emergente industria privada
penitenciaria. Cornell fue fundada por David M. Cornell, quien fue Director de Operaciones
en la división de Proyectos Especiales de Bechtel y máximo responsable
del manejo de fondos de Becon Construction, una filial de esa compañía,
de 1983 a 1990. [33] Cornell Corrections se creó con el fin de aprovechar los
planes para privatizar el manejo de las prisiones llevado a cabo por el gobierno.
La guerra contra las drogas y la sentencia obligatoria relacionada con ella, estaban
propiciando una explosión en el aumento de la población de las prisiones
en los Estados Unidos. La construcción y manejo de nuevas instalaciones para
las prisiones era un gran negocio potencial para la industria de la construcción
– conformada por compañías como Brown & Root, la cual utilizó
Cornell para construir su primer centro de detención – y para aquellos
que las financiaban, como Dillon Read.
Según un estudio de caso de Harvard sobre las instalaciones de Cornell,
David Cornell, asociado con Dillon Read, estaba llevando a cabo el negocio de las
prisiones mientras trabajaba en Becon. Es de suponer que trabajaba en la parte de
la constructora que ayudaba a crear y vender el tipo de bono estatal local que financia
muchas prisiones. Cuando Becon decidió no continuar en el negocio de las prisiones,
Cornell decidió irse y abrir su propia compañía privada penitenciaria.
Con Bechtel fuera del negocio, Cornell y Dillon decidieron utilizar a Brown &
Root para construir la primera prisión. Esta firma era una subsidiaria de Halliburton.
Las dos se encontraban ubicadas en Houston, al igual que las correccionales de Cornell.
De acuerdo a los informes de Cornell dirigidos al SEC y otros informes corporativos,
Dillon utilizaba fondos de tres de sus empresas: Concord, Concord II y Concord Japan,
para realizar la inversión inicial. Los archivos del SEC de abril de 1997 sobre
Dillon Read, describían a Concord y a Concord II como una sociedad limitada,
organizada bajo las leyes de New York y Delaware.
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Yoh Kurosaw, Presidente de la Junta Directiva
del Banco Industrial del Japón, que aparece aquí durante la cena de
Harvard en Davos, Suiza, y quien además era Director de Concord Japan, empresa
de capital de riesgo de Dillon que invertía en las correccionales de Cornell.
(Foto cortesía de Harvard Businees School) |
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Para entender las inversiones de Dillon en Cornell, es esencial entender quiénes
gobernaba en Dillon Read, quiénes invertían en la firma a nivel personal,
y quiénes, junto con directores externos, ayudaron a gobernar las empresas
de capital de riesgo que invertían en Cornell.Estas son las personas responsables
por las decisiones de inversión y quienes se podían beneficiar de diversas
formas.
Como se muestra en los informes de Dillon sobre Cornell entregados a la SEC, entre
la lista de funcionarios y directores de Dillon, Read Holding Inc, [35] Dillon, Read
Inc [36] y Dillon, Read & Co. Inc. [37], figuraban John P. Birkelund, David W.
Niemiec, Franklin W. Hobbs, IV, Fracois de Saint Phalle, al igual que los altos directivos
de Barings, el banco británico, que era ahora inversionista de Dillon y ING,
el conglomerado financiero holandés que había adquirido a Barings cuando
fracasó en 1995. [38].
La presencia de Barings en la estructura de gobierno de Dillon es notoria. Barings,
el más antiguo banco mercantil de Inglaterra, conocido como un líder
financiero en el comercio de opio con China en 1800, colapsó en Febrero de
1995, como resultado de un escándalo comercial en Asia y fue tomado por ING.
Barings se convirtió en el principal inversionista externo de Dillon Read a
finales de 1991, cuando financió a Dillon en la compra de Travelers. Este fue
el mismo año en el cual Dillon financió las correccionales de Cornell.
Las dificultades de Barings en 1995 pueden haber incrementado la presión de
Dillon para generar ingresos, particularmente antes de que fuera vendido a la Corporación
Bancaria Suiza (actualmente parte de UBS) en el verano de 1997, cambiando así
su nombre a SBC Warburg Dillon Read.
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Peter A. Liedel,
alto vicepresidente de Dillon, ingresó a la Junta Directiva de Cornell. A una
prisión que construyó esta empresa en 1996 - a través de un contrato
con el Buró Federal de Prisiones en Houston - le pusieron su nombre. (Foto
cortesía de Wilbros Group Inc.) |
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En abril de 1997, los archivos SEC sobre Cornell que poseía Dillon, describían
el fondo de inversión de Concord Japan en Cornell, como una corporación
organizada bajo las leyes de Las Bahamas, cuya oficina principal y dirección
del negocio era c/o Roy West Trust Corporation, (Bahamas) Limited, West Bay Street,
Nassau, Bahamas. Por lo tanto, Concord y Concord II, eran fondos en “tierra
firme” (onshore) y Concord Japan era considerado un fondo extranjero (offshore).
Los funcionarios y directores de Concord Japan incluyen representantes de algunas
de las más prestigiosas corporaciones japonesas ,al igual que Amerex S.A.,
la cual tenía su dirección en la oficina del Coutts Bank en las Bahamas.
Coutts es considerado como uno de los más prestigiosos bancos privados en el
mundo. [39].
En mayo de 1991, Dillon invirtió ingresos adicionales de uno de los fondos
de Lexington. [40] Estos fueron creados para invertir el dinero de los funcionarios
y directores de Dillon. Después Dillon realizó inversiones adicionales
con estos fondos varios en septiembre y noviembre de 1991. Para el momento en el cual
se realizó la a oferta pública de acciones de Cornell en octubre de
1996, Dillon Read y los fondos que manejaban sus funcionarios y directores habían
acumulado aproximadamente 44% de las acciones en circulación. Este significaba
que ellos se habían convertido en los accionistas controlantes.
A lo largo del camino, los funcionarios y directores de Dillon, habían comprado
personalmente una cantidad significativa de acciones de Cornell. Los inversionistas
incluían al Presidente de la Junta Directiva, John Birkelund, a su Vicepresidente,
Dave Niemiec - quien firmaba muchos de los documentos por parte de Dillon y Lexington
- al Presidente de la firma, Franklin “Fritz” W. Hobbs IV, junto con muchos
otros socios de alto rango, incluyendo a Ken Schmidt. Peter A. Liedel funcionario
de Dillon, quien firmaba por parte de Concord, se había unido a la Junta de
Cornnel. Una de sus instalaciones fue nombrada en su honor: el Centro Correccional
Liedel, una instalación en Houston para personas que se encuentran en proceso
de liberación.
Los siete accionistas másimportantes de Dillon con
posiciones en Cornell
ACCIONISTAS |
ACCIONES |
OPCIONES INCLUIDAS |
CANTIDAD DE FONDOS |
JOHN P. BIRKELUND |
39,579 |
3,736 |
$96,990.16 |
JOHN H. F. HASKELL, JR. |
36,730 |
3,505 |
$85,382.75 |
DAVID W. NIEMIEC |
35,018 |
3,270 |
$76,989.51 |
FRANKLIN W. HOBBS, IV |
30,455 |
2,803 |
$56,986.04 |
PETER FLANIGAN |
28,178 |
2,687 |
$48,781.40 |
GEORGE A. WIEGERS |
28,176 |
2,571 |
$44,988.85 |
KENNETH M. SCHMIDT |
24,778 |
2,454 |
$35,622.38 |
Fuente: Cornell Corrections, Inc., formulario 13-D de
abril de 1997 entregado a la SEC por Dillon Read.
Nota: Para la lista completa de los 32 funcionarios
de Dillon, haga clic aquí. [41]
Inversión total estimada de Dillon en las
acciones de las correccionales de Cornell [41.5]
ACCIONISTAS |
CANTIDAD DE FONDOS |
Concord (Est.) |
$630,000 |
Concord II |
$2,120,459.83 |
Concord Japan |
$338,734.26 |
Lexington III |
$70,000.65 |
Lexington IV |
$9,541.14 |
Dillon Read Officers and Directors |
$652,999.99 |
TOTAL (Est.) |
$3,821,736 |
Fuente: Correcionales de Cornell, Inc. prospecto de Octubre
de 1996 y formulario 13-D de abril de 1997 de Dillon Read.
Las inversiones de Dillon en Cornell representaban un extraordinario compromiso
por parte de una firma para comenzar una compañía. Esta no era una ocurrencia
común, pero como veremos, no era la primera vez en que Dillon Read había
apoyado a un negocio de Houston que implicaba una privatización de manera extraña.
La decisión por parte de oficiales y directores de comprar acciones podría
haber sido una decisión individual – ya sea utilizando sus propios fondos
o si la firma hubiese ayudado a conseguir un crédito u otros fondos para financiar
tales compras. Por lo tanto, esto significaba que un número significativo de
los líderes de Dillon decidiera que invertir era algo que ellos querían
hacer activamente y por lo cual decidieron ser responsables financieramente y éticamente.
Sólo es posible preguntarse qué condujo a los líderes de Dillon
a creer en el futuro de las prisiones privadas, sin pensar en lo que implicaba para
el futuro del país.
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