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Dyncorp
La empresa de Pug, Capricorn Holdings, tenía sede en Greenwich, Connecticut.
Él y John Birkelund, durante mucho tiempo, fueron miembros de la junta directiva
de NacRe, una empresa reaseguradora de Greenwich, para cuya fundación Dillon
había sido clave. Rompiendo con la tendencia de dirigentes de Dillon originarios
de New Jersey, John Birkelund vivía en Connecticut y parecía ser parte
importante de la élite empresarial de Greenwich y sus alrededores. Dentro de
dicha élite se encontraba Robert G. Stone hijo, considerado por ser una estrella
durante muchos años en la Dotación de Harvard, sobre todo dentro de
su cartera de hidrocarburos. Esta última invirtió en Harken Energy,
una empresa que se volvió famosa gracias al papel desempeñado por George
W. Bush y a las ganancias en la bolsa de valores. Como mucha gente en esta historia,
tanto Birkelund como Winokur eran miembros del Consejo de Relaciones Exteriores.
Cuando Capricorn Holdings redujo su capacidad de inversión en 1997, DynCorp
parecía estar desempeñándose bien. Además de importantes
contratos para sistemas informáticos y subcontratos para DOJ y HUD - incluyendo
uno de 60 millones de dólares por año sirviendo como contratista principal
para el Fondo de Confiscación de Bienes del DOJ ( donde se encontraba trabajando
con los Alguaciles Federales, quienes administran los bienes confiscados por esa entidad)
- DynCorp también ganó nuevos contratos de apoyo en sistemas y litigio
por parte del DOJ en 1995 y 1996. Estos incluyeron el de Justice Consolidated Network
(“Red Consolidada de Justicia”, o J-Con) para manejar estos sistemas en
diferentes divisiones del Departamento de Justicia. Según el presidente de
Inslaw (una ya inexistente compañía de software) -Bill Hamilton - DynCorp
fue uno de los contratistas sucesores para manejar el sistema de software PROMIS,
después de que el DOJ se lo robó a su compañía.
Uno de los contratistas escogidos junto con DynCorp fue CACI, el proveedor principal
de Sistemas de Información Geográfica al gobierno federal. Richard Armitage
- un funcionario de Defensa de alto rango durante la administración Reagan
y del Departamento de Estado durante la primera administración de Bush hijo
- era consultante y miembro de la junta directiva de CACI entre 1999 y 2001.
Después de que varios empleados de DynCorp estuvieron sujetos a demandas
que tenían que ver con pedofilia y trata de blancas - en asocio con la mafia
local de Europa oriental [76] - Armitage, como alto funcionario del Departamento de
Defensa, escribió una carta apoyando la idea de que se entregaran importantes
contratos nuevos directamente a DynCorp, basándose en la teoría de que
una empresa no debe perder contratos como resultado del comportamiento de unos pocos
empleados. Es decir, la existencia de trata de blancas y pedofilia entre las filas
de la empresa no detuvo a DynCorp para ganar importantes contratos nuevos, incluyendo
uno de 500 millones de dólares para manejar en Irak instancias como la policía,
los programas jurídicos, los tribunales y las cárceles.
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Cortesía de Nelly
O’Meara, revista Insight |
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Carta del subsecretario Richard Armitage, asunto: “Otorgamiento de contrato
directo a DynCorp para proporcionar servicios policiacos, jurídicos y penitenciarios
en Irak”:
Comencé a indagar sobre DynCorp cuando me contactó, varios años
después, un participante jubilado de las operaciones clandestinas llevadas
a cabo por la CIA, quien me aseguró que:
i. DynCorp estaba ayudando a administrar el sistema informático PROMIS a
través de su Sistema J-Con en el DOJ; y que
ii. El funcionario de DynCorp, que estaba encargado de ejecutar el contrato de J-Con,
falsificó pruebas en mi contra usando el sistema PROMIS, y que eso fue lo que
desató la investigación en contra mía y de Hamilton Securities
Group. Enseguida escribí al directo de DynCorp, pero nunca me respondió.
Es difícil encontrar información confiable sobre el sistema informático
PROMIS y sus sistemas sucesores. Sin embargo, creo que entender el uso de tal armamento
digital informático –y la habilidad del mismo para comprometer la integridad
de sistemas financieros públicos y privados (incluyendo transacciones tales
como las ventas de préstamos de HUD), así como sistemas jurídicos,
policiales y militares del gobierno – es fundamental para una comprensión
de la manipulación del mercado de crédito federal y del mercado financiero,
así como de la centralización del poder político y económico.
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